DOJO ZEN "mi propósito prevenir el daño a otras personas"

                                

Es imposible poder contar por escrito todo lo que he vivido en DOJO ZEN- Sevilla, por medio de   la  Asociación RedUNE que me apoya  y me ayuda en toda mi rehabilitación doy testimonio acerca de lo que sucede en este lugar en el que estuve bastantes  años y en donde tanto dolor me han causado. Ahora puedo vivir en paz y es mi propósito poder prevenir el daño que puedan realizar a otras personas. Igualmente animo a quienes  hayan padecido estas situaciones, no se callen. La dignidad tiene sus límites

Acudí a este centro hace años para aprender a meditar y allí conocí a su dueño Alonso Taikai Ufano, y a su pareja sentimental Fátima Myoko Carrillo dueña también de este espacio, lugar en el que sufrí todo tipo de abusos y vejaciones, también allí conocí a Juan María Bolívar Torres perteneciente a este grupo coercitivo y a esta orden religiosa. Al igual que algunos otros del grupo, yo nunca he pertenecido a esta orden. Juan llevaba cerca de treinta años con Alonso, también Juan era terapeuta de psicología Gestalt y llevaba años como profesor de yoga y en los años que yo estuve allí usaba la sala donde meditábamos para dar sus clases.

Al principio estos señores y las demás personas de este grupo coercitivo parecían amistosos. Como si solo quisieran aconsejarme o ayudarme en todos los aspectos de mi vida personal, pero en la medida en que iban conociéndome comenzaron a maltratarme y humillarme. Yo observe que entre ellos igualmente así se trataban  cotidianamente.

Alonso Taikai, intentaba sonsacar información personal con cuidado, si le costaba trabajo callaba y despreciaba, esto lo hacía a menudo. Esta forma de manipular es lo que se llama la guerra fría típica del narcisismo, esta era la manera en que otras personas del grupo mayormente por su narcisismo aprovechaban para sonsacar información para sí mismos.

Nos coaccionaban de forma intimidatoria con miradas o gestos, aprovechando momentos en los que estabas  en trance, en los que no eras consciente de lo que decías o sucedía, para de forma hipnótica amenazarte, sugestionarte o hacerte creer lo que él quería, dándote pautas debido a las cuales se iba instaurando la persuasión coercitiva. Todo en función de lo que él pensaba acerca de  que hacer o pensar para sí mismo .Con este proceder  hacían contigo lo que querían, destrozando completamente tu vida ,haciendo que perdieses amigos y familiares , destruyendo tus  nuevas relaciones, hasta llegar a vivir en la calle.

Un día en el que yo estaba realizando tareas de limpieza, sin haber hecho ningún mal, uno de ellos se me acerco mirándome fijamente. Recuerdo sentir mucho miedo, tras pocos segundos no recordaba nada, para asegurarse de que no reaccionara en defensa, denunciando o revelándome a las vejaciones que irían a más me amenazo, esto género en mí un miedo hacia ellos del que no era consciente en aquellos días. Utilizaban el miedo para manipularte y tomar falso control de nosotros.

Debido a la amenaza, las sugestiones que también irían a más y las continuas coacciones a las que mayormente estas personas me sometían, me generaron problemas psicológicos que antes no tenía. Problemas de los que ahora estoy mucho mejor, por la terapia psicológica que estoy siendo tratado.

Prácticamente todos los días al terminar la meditación insistían en acompañarme a todas partes donde fuera, si yo me negaba me intimidaban coaccionándome con miradas y gestos aprovechando ese miedo del que yo no era consciente y que me habían instaurado en mi mente. Se me obligaba a aguantar distintas  compañías a todas partes, sin dar mi  consentimiento.

Me obligaban a veces a trasladarles a sus domicilios  a donde les conviniese  sin que fuera mi trayecto. En una ocasión tras salir de meditar me persiguieron a distancia por la calle hasta darme cuenta, esta constante forma de acosarme me causo mucha inquietud, rabia e impotencia.

En otra ocasión uno de ellos apareció en la puerta del DOJO ZEN con los bolsillos llenos de piedras con la escusa de que eran para las flores del altar, las flores ya tenían piedras, no era necesario traer más. El las saco de los bolsillos y me las puso en las manos intimidándome con la mirada, haciéndome sentir que en caso de no estar de acuerdo en algo serian para tirármelas, después puso la escusa de que eran para el altar. Yo solo pensaba y sentía la necesidad de pedir ayuda o defenderme pero no lo hacía porque nos hacían creer que era bueno soportar lo malo y cuando sentíamos o soportábamos algo malo nos preguntaban ¿pero eso es malo o es bueno? Quitándole importancia al hecho de que fuera malo algo y consiguiendo de esta forma que no pensáramos acerca del problema y no diéramos importancia a lo que sucedía o pudiera suceder, para eso también ponían ejemplos de situaciones de peligro haciendo ver en los ejemplos que no les había pasado nada a las personas que se metían en esos problemas, ejemplos de personas a las que tras delinquir no habían multado o se habían peleado sin que les pasase nada, como en todo lo demás el grupo imitaba esto.

Siempre  actuaban provocando situaciones con las que te desquiciaban, eran el “típico malentendido” o cosas por el estilo ,pero ellos te llevaban a un límite en el que conseguían que discutieras más de lo debido, volviéndote intransigente y autoritario, para eso te hacían creer que defendías tu dignidad pero la realidad es que la perdías al volverte intolerante. El uso de la tolerancia y el respeto no eran reales, ellos lo usaban para manipularte y hacer que confiases para volver a coaccionarte y de nuevo vejarte, esto unido a las ordenes pautadas claramente que olvidabas cada vez más fácilmente sin poder cuestionar nada daba lugar a todo tipo de problemas graves.

Me hacían creer fácilmente que yo debía salir de mi casa por cuestión de dignidad y viviría en la calle, que volver a casa de nuevo con mi familia era fácil, cuestión de encontrar un trabajo. “Tú vas a ir a comer a comedores sociales” me decían con toda seguridad y así fue como me vi peleando constantemente en mi casa con mi familia, cuestión  que antes no pasaba. Actuando con mi familia de manera intransigente, defendiendo una falsa dignidad y sufriendo en la calle.

Por suerte para mí, a pesar del dolor familiar, supieron perdonarme una y otra vez, para que yo pudiera volver, dándome el mismo apoyo incondicional que siempre me han dado desde que nací. La realidad es que si mi familia no hubiera luchado por mí y yo por ellos, ahora estaría en la calle sin familia y quién sabe si de por vida. Estas personas hacían teatro haciendo ver que les parecía bien que volviera con mi familia y haciendo ver que eran ellos los que me devolvían a ella, por lo contrario me daban pautas para dejarme en la calle. Gracias al perdón de mi familia fui siendo cada vez más consciente de la manipulación psicológica a la que estaba expuesto.  Te generaban una supuesta capacidad de decidir por ti mismo hasta hacerte olvidar lo que creías o pensabas, pero en realidad ellos te marcaban las decisiones a tomar en cada momento y situación.

Recuerdo una vez en meditación, que en uno de los descansos  comenzaron una charla y hubo un momento en el que me espabilé un poco porque estaba algo aturdido, éramos unas ocho personas y estaban todos en trance como idos y solo el instructor estaba espabilado.

Llegue a escuchar para mi sorpresa que “cuando fueran todos suyos haría que se mataran entre ellos”, al darse cuenta de que yo me había espabilado del trance se quedo mirándome fijo dándose cuenta de que había visto lo que les estaba diciendo y rápidamente mando seguir meditando yo solo me daba cuenta de que debía salir de ahí. Me sugestionaron para hacerme creer que debía tener mucho cuidado con lo que dijese o pensase, que allí hacían una práctica en la que todo lo que dijeras o pensaras se cumplía y que incluso podía morir si decía por ejemplo que me iba a dar un infarto a causa de un disgusto o algo así. Eran habituales este tipo de provocaciones intimidatorias

En una ocasión humillaron a un hombre que hacía tiempo que no iba por el DOJO ZEN y fue un par de días, haciéndole ver que no era bueno que practicara sexo con su mujer en su habitación estando su hija en casa en otra habitación distinta, esto lo hizo delante de varias personas haciéndole sentirse mal.

El hecho de humillarnos sin una razón lógica, se producía porque en el grupo sabíamos lo que hacían aunque fuera de manera indirecta y nadie decía nada porque se daba por hecho de manera equivocada que la humillación era para un bien. Dábamos por real que los instructores ostentaban la verdad absoluta.

Una vez nos ordeno bruscamente  arrodillarnos para humillarnos. Tras ese día decidí no volver más, pero su insistencia hizo  que volviera de forma intermitente Según ellos si no volvía me amenazaban con que mi  vida sería un calvario.

Cuanto más se informaban acerca de tus gustos y miedos así como costumbres de las personas de tu entorno, iban sugestionándote y haciéndote asociar mentalmente ropa, parecidos de personas, rasgos físicos, color de pelo, calzado, y un largo etc. Te instaban con nuevas pautas de comportamiento. Realizando preguntas que te llevaban a comparar con ello tus actitudes con diferentes personas o casos, provocando así un completo abuso psicológico.

Ellos te aterrorizaban de distintas formas, en una ocasión un monje cogió un cuchillo grande de cocina para cortar algo y afirmaba seriamente que el cuchillo que tenía en la mano era para castrar .Utilizaban cierto tono y mirada para hacértelo creer, estas cosas se repetían muchas veces .También afirmaban  que el color rojo de la pintura del suelo (típica color burdeos en muchos patios y casas) se pintaba en los lugares donde había habido sangre, esto te hacía pensar en posibles asesinatos y vivir en  constante incertidumbre a tu alrededor.

Te persuadían sugestionándote de cosas como por ejemplo que la meteorología era algo que controlaban ellos, la persuasión coartaba tu pensamiento de manera en que aunque tu lógica decía que no era cierto la pauta sugestiva y la manera en que te lo transmitían terminaba por hacértelo creer irremediablemente, causándote de esta forma ideas delirantes.

Utilizaban símbolos o te comparaban a ti mismo con animales para persuadirte, humillarte o tomar control de tu mente con la excusa de que estaban enseñando algo para hacerte libre, anulando tu criterio y libre forma de pensar y en el caso de por ejemplo la meteorología haciéndote creer que ellos controlaban todo y que podías estar tranquilo pasase lo que pasaseHaciéndote ver que cuanto más daño te provocaran más podrías reencontrarte a ti mismo.

Por ello el perdón para ellos era importante, de manera que te sentías obligado a aguantar  las coacciones reiteradas.

Cuando finalmente a sali de este centro y encontrarme mejor, me  esforcé en recuperar mi propia vida. He recuperado gran parte de mis amistades y a mis familiares, muchas de las personas que había perdido por discusiones las he recuperado. Algunas a sabiendas de el problema de haber estado en una secta y otras sin saberlo, lo cierto es que gran parte de las personas que he conocido en esta vida me han querido y estoy contento por ello.

Quiero aprovechar el final del testimonio, en el que como afirmo al principio ,nunca voy a poder expresar todo el daño que me han hecho y del que ahora estoy mejor gracias a las personas que han querido y quieren ayudarme ,para pedir por favor que haya más concienciación sobre esta lacra . Pienso que la persuasión coercitiva es una forma de esclavitud para el ser humano en estos tiempos y no debe ser consentida. Pienso que en algunas formas de esclavitud el esclavo es consciente de serlo, pero cree no poder ser libre o le resulta difícil llegar a serlo. En este tipo de grupos el esclavo deja de ser esclavo cuando es consciente de ello. Pido que todo esto cambie, porque me duele saber que he sido víctima de ello y que siga habiendo gente abusada por estas personas.

BUZÓN DE INFORMACIÓN CONFIDENCIAL

Cualquier información que nos quieras enviar de un grupo sectario. Enlaces en Redes Sociales ,webs, videos, fotos, etc. Tú anonimato quedara protegido