EN HERBALIFE TODO ES UNA GRAN MENTIRA

por LUISA VERA

Trabaje desde su casa pregúnteme como, baje de peso pregúnteme como o gane 1000USD semanales trabajando desde la comodidad de su hogar. Tal vez haya visto alguno de estos insinuantes anuncios, bien sea en una calcomanía, afiche, panfleto, aviso de periódico o simplemente un botón (chapita en algunos países) colgado en la camisa o maleta del ofertante. Pues detrás de todas estas tentadoras ofertas se esconde una cruel realidad, el esclavismo y engaño de la manera más directa que podamos ver en la sociedad moderna.


Bien lo sabemos. Es la necesidad de las personas, la mejor oportunidad de negocio para otros. A falta de dinero, juegos de azar y créditos financieros. A falta de un milagro, pócimas y brujería. A falta de compañía del sexo opuesto… ustedes ya saben. Negocios de este tipo abundan y son los más lucrativos a nivel mundial.


La televisión en las mañanas (de hecho también a todas horas), nos invade con publicidad para bajar de peso. Modelos en la cerveza, modelos de ropa, modelos de todo… Han creado un comportamiento arquetípico en la sociedad que nos obliga inconscientemente a lograr un cuerpo deseado por todos, el famoso 90-60-90; siendo la obesidad una de las principales enfermedades modernas que se ha llevado la atención de los inversionistas en la última década a nivel mundial. Fajas, batas, cinturones, pastillas y máquinas de gimnasio son sólo algunos de los cientos de productos que aseguran solucionar con la popular enfermedad y que saturan los medios de comunicación con sus anuncios comerciales.


¿Recetas milagrosas? ¿Grandes ganancias? ¿Marketing Multinivel?
Estas son las palabras que surgen frecuentemente cuando sale el tema de Herbalife. Herbalife abre oficinas corporativas a nivel internacional a una velocidad sorprendente y, desde antes, mucha gente ya está familiarizada con el nombre e incluso con sus productos. Se realizan reuniones periódicas para publicitar sus productos o para felicitar a los vendedores y seguramente muchas personas agradecen su aparición. Pero todavía desconocemos la verdadera historia de Herbalife, una historia que normalmente no nos cuentan.


Herbalife es una empresa americana fundada en 1980 por Mark Hughes que produce un gran número de productos de dieta. En otras palabras, reemplazo de comida en forma de polvos y pastillas.


Su sistema de ventas es a través de contactos informales en un sistema de multinivel donde cada persona gana dinero por lo que sus contactos han vendido. Es este sistema el que aseguran permite generar dinero a los vendedores que se involucren. En realidad, según un artículo belga de la Revista del Consumidor (Test Aankoop Magazine nr. 369, September 1994. Herbalife, duur drijfzand. Een piramide van beloften.), una gran cantidad de los productos que distribuye Herbalife no son otra cosa que una dosis fuerte de vitaminas, minerales, algunas proteínas, fibras y azúcares. Nada revolucionario, nada milagroso. En ningún momento estos polvos inhiben el hambre o reemplazan una comida completa, lo único que logran es darle al cuerpo una dosis menor de calorías por lo que en un principio el adelgazamiento puede ser notable. Hasta aquí no hay ninguna novedad sobre el tema, lo que nos falta saber es lo que no nos cuentan.


¿Y De dónde salió Herbalife y Mark Hughes?
Mark Hughes vio como su madre divorciada moría a los 36 años de edad a causa de un uso inadecuado de dietas. Desde ese momento, el adolescente realiza una promesa: encontrar un sistema para que la gente pierda peso sánamente. Su camino entonces se convierte en una lucha para encontrar una dieta que te pueda cambiar la vida. Pero la historia de Hughes es aun más trágica.


Después de trabajar en varias compañías creo la propia, Herbalife. Veinte años después, Mark Hughes tuvo una fiesta de cinco días por los 20 años de su empresa. Había mucho que celebrar, era dueño de una empresa de 956 millones de dólares, un millón de distribuidores en 50 países y millones de personas que lo seguían con fervor mesiánico. Tres meses después de esta fiesta su tercera mujer, Darcy LaPier Hughes (ex reina de belleza como las dos anteriores), encontró a su esposo cubierto únicamente con una camiseta y un tanga negro, echado en la cama matrimonial con una sobredosis mortal de alcohol y Doxepin, un antidepresivo, qué ironía.


Respecto a su madre, Mark Hughes siempre aseguró –mintió- que había muerto por tomar medicación para bajar de peso y que eso le había llevado a investigar en temas de nutrición. “Mi mamá siempre trataba alguna clase de dieta”, asegura en el video de una reunión hecha en 1985 que se transcribió como parte de un artículo de revista. “Eventualmente, ella fue al médico a obtener ayuda y él le prescribió Dexamyl. Después de varios años usándolo, terminó teniendo que tomar píldoras para dormir y después de varios años de hacer eso, su cuerpo comenzó a empeorar. Ahí, ella empezó a ver a cuatro o cinco doctores.”


“Yo tenía 19 años de edad cuando ella murió de una sobredosis”. La verdadera historia era mucho más compleja: Jo Ann Hughes era adicta a antidepresivos, no a drogas para hacer dieta. Stuard Hartman, quien crió a Mark Hughes desde pequeño, niega que Jo Ann, su madre, haya tenido problemas de peso. “Esta historia no es verdad. Ella era adicta a tomar píldoras como Darvon y Percodan, que nunca se han prescrito para la pérdida del peso”, afirma. Por su parte, Mark ya experimentaba desde temprana edad con alcohol y drogas. Todo esto según un amigo de la infancia, que recordó verlo en esas épocas “completamente fuera de control”.


En 1985, con Herbalife en pleno crecimiento, Hughes atrajo la atención de algunos funcionarios del gobierno que lo acusaban de agregar cafeína a algunos de los productos que vendía y aseguraban que el funcionamiento del esquema de ventas de los mismos era del tipo “cadena sin fin”. Al mismo tiempo, y empujado por las quejas que alegaban algunos usuarios de productos Herbalife -algunos denunciaban haberse enfermado y otros la muerte de familiares-, un subcomité del senado de Estados Unidos llamó a Hughes a una audiencia en mayo del mismo año. Eran días en los que Herbalife aparecía constantemente en las noticias. Finalmente, Hughes salió airoso de las acusaciones pero esas denuncias quedaron flotando hasta el día de hoy en el imaginario popular.


Herbalife tuvo una ascensión meteórica. En 25 años alcanzó la marca de los mil millones en ventas, oficinas en una lujosísima torre en Century City, California. En el año 2003, las ventas rebasaban los 1.800 millones de dólares en 58 países alrededor del mundo.


Pero tampoco la historia de Herbalife es tan glamorosa. Sólo seis años después de iniciar la empresa, Herbalife tuvo que pagar 850.000 dólares de multa por propaganda médica falsa y por trabajar con un sistema de ventas estilo pirámide que es ilegal en muchos países. Después de eso, Herbalife tuvo que aprender a controlar sus fantasiosas publicidades pero, como el sistema de ventas es minorista, muchas veces pasa que regresan a sus viejas costumbres y terminan publicitando que su dieta cura enfermedades, problemas de la piel, celulitis, diabetes, asma y hasta el cáncer. Lo que sí es seguro es que prohibieron a Herbalife promocionarse diciendo que sus productos contienen hierbas que pueden controlar el apetito, quemar calorías o limpiar el sistema. También se les prohibió decir que sus productos ayudan a perder el peso sin reducir el consumo calórico.


El mismo año, Herbalife detuvo la venta de dos productos después que se realizó una revisión por la Administración de Drogas y Comidas de EUA. A partir de entonces, se han ido retirando químicos y aditivos considerados peligrosos o ilegales en muchos productos. En seis estados de EUA, incluyendo Florida y Texas, existe restricción para las ventas de algunos de sus productos y existe una lista de casos en que Herbalife ha causado accidentes o ha tenido efectos secundarios. Otros errores en que siguen incurriendo son el no definir contraindicaciones para niños, siendo una dieta muy peligrosa para éstos. Tampoco existen contraindicaciones para enfermedades del hígado, riñón o estómago.


Con esto respondo a las críticas acerca de las vitaminas. Me decían que si sabía algo de los tipos de vitaminas que usa Herbalife, unas vitaminas que no se almacenan en el organismo que ellos usaban hidrosolubles, que investigara un poco acerca de eso […]. El exceso de vitaminas hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico por elevada que sea su ingesta, aunque se podría sufrir anormalidades en el riñón por no poder evacuar la totalidad de líquido…




¿Pero es Herbalife realmente peligroso?
La publicidad reza que Herbalife “está aprobado por los ministerios de salud de X países”. Lo que no aclara es que, en muchos de esos países, sólo ha sido aprobado como “suplemento dietario”, no como medicamento. Eso significa que nadie puede prometer efectos terapéuticos por su ingesta. Por definición, el suplemento dietario es un producto que aporta al organismo nutrientes que no se ingieren en la dieta diaria, lo que quiere decir que no se trata de un remedio.


La pérdida de peso es fuerte (consumo de sólo 1000 calorías al día), por lo que la dieta tendría que estar bajo vigilancia médica. Además, las píldoras no tienen ningún valor, sólo vitaminas, las mismas que se pueden conseguir comiendo frutas. Si se utiliza Herbalife para adelgazar y solamente se consume este producto, obviamente que se adelgazará pero, en cuanto se deje de consumirlo, algo que sobrevendrá inevitablemente porque la generalidad de las personas no puede mantener el costo del producto tanto tiempo ni tampoco soportar el hastío alimenticio, aparecerá el conocido “efecto rebote” y la incauta víctima terminará engordando más de lo que estaba al empezar la dieta. Sin contar, por supuesto, los inevitables efectos negativos en la salud causados por una dieta no indicada y controlada debidamente por el médico especialista en nutrición.


Pero el verdadero peligro es el método de venta. El sistema se basa en el lema de ayudar a la gente. Los vendedores creen que de verdad están salvando vidas y muchas veces se trata de alguien cercano a uno. Ellos no te están engañando, ellos realizan algo que en lo que en realidad creen. Además, poseen una doble motivación porque, si logran que tú también empieces a vender sus productos, ellos aumentarán sus ganancias, al igual que los que les convencieron, y los que convencieron a aquellos.


El sistema de ventas es muy agresivo por lo que puede llevar a utilizar publicidad falsa sobre los productos o a confiar demasiado en el sistema esperando poder convertirlo en una fuente confiable de ingresos cuando en realidad, en el momento en que el mercado se llene también, terminan los ingresos.


¿Acaso no debería estar controlada una dieta por un verdadero especialista?
El sobrepeso es una patología que debe estar en manos de un profesional autorizado. Sin embargo, la publicidad engañosa de Herbalife, sugiere que en materia de obesidad cualquiera puede automedicarse. El paciente que se cura a sí mismo tiene a un loco por médico. Para alejar cualquier sospecha de fraude, Herbalife debería tener impreso en la etiqueta, bien visible, la siguiente advertencia: “No utilice este producto para adelgazar por su cuenta porque puede poner en riesgo su salud. Herbalife no sustituye al médico, no es un producto adelgazante por sí mismo, ni tampoco reemplaza a la comida”.


Hace poco, mi mamá confiada del convencimiento de un vendedor compañero de oficina, adquirió dos de sus más flamantes productos. El objetivo era darle a mi abuela, recién dada de alta tras su período de hospitalización, una dosis de proteínas que le ayudase a recuperar su vitalidad. ¿El resultado? Lo contrario. Obtuvo una ingesta de vitaminas improporcionada que le generó una inmediata inestabilidad representada en síntomas como hipertensión, taquicardia e insomnio. Sin dudarlo le enseñe los envases, en una de mis visitas a mi abuela, a su doctor de cabecera. Él de inmediato confirmó la hipótesis que yo manejaba tras mis investigaciones de casos similares en la web, -“Herbalife son medicamentos que por sus componentes deberían ser ordenados con prescripción médica y por un profesional, no por una persona preparada para vender mediante métodos persuasivos”- aseguró el médico encargado de las urgencias de la clínica San Pedro Claver. También indicó que no era la primera persona que era víctima de los llamados batidos milagrosos después de diagnosticarle a mi abuela una deficiencia renal y un preinfarto justo después de que permaneciera dos días en coma. En la web se encuentran cientos de casos similares… ¿Casualidad?


¿Y qué sucede con los institutos supervisores?
Pues bien, con base a lo anteriormente escuchado por el doctor, cuyo nombre prefiero omitir, decidí llamar a la empresa colombiana encargada de supervisar la venta de alimentos y medicamentos, INVIMA, quienes me remitieron a un artículo en su página web oficial:

Informe de INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y alimentos), ligada al Ministerio de la Protección Social de la República de Colombia: ACTA 9/93. “La comisión Revisora se ratifica en que los productos como HERBALIFE Y SHAKLEE que contienen mezclas de vitaminas, y/o minerales y/o extractos de plantas, deben registrarse como medicamentos, por cuanto contienen principios activos factibles de modificar el metabolismo celular, de interactuar con procesos enzimáticos endógenos y de modificar la homeóstasis de los sistemas regulatorios del organismo, todo lo cual conlleva no sólo a posibles respuestas terapéuticas sino a evidentes riesgos de reacciones secundarias”.
Más información: https://www.invima.gov.co/version1/


De hecho, en un artículo aparecido en diario La Nación, el 18 de julio de 1999, llamado “La guerra de los kilos”, la periodista Marina Gambier comentó las conclusiones a las que arribaron en el “Primer Consenso Latinoamericano de Obesidad”, celebrado en Río de Janeiro en 1998, acerca de las terapias no recomendadas y los productos elaborados a base de sustancias consideradas inútiles y desprovistas de respaldo científico.
En dicho Congreso se concluyó que entre los productos que no sirven para bajar de peso, y se concluyó que, entre los productos que no sirven para bajar de peso, se encuentran: “ginkgo biloba, extracto de kava kava, citrim, picolinato de cromo (produce lesiones renales), café, garcina cambogias, HERBALIFE y DHEA, entre otros”. Si aún no lo creen, consúltenlo ustedes mismos, nada de esto me lo he inventado yo.


Y entonces, por qué tantos científicos aprueban los medicamentos, incluso un premio nobel…
Herbalife controla el peso y corrige la cantidad de grasa y calorías que comes. ‘Poca gente puede nombrar los 108 nutrientes básicos que su cuerpo necesita todos los días’, ‘Herbalife proporciona la cantidad suficiente de proteínas para que al bajar de peso, sólo se pierda grasa y nada de músculo. Incluso, con el programa se recupera todo el músculo perdido’, afirman. Esto es una cosa insólita, que no lo pueden probar. Cuando les pregunté a los médicos de esta firma si existían estudios científicos que avalaran estas afirmaciones, citaron unos estudios de una revista científica europea pero lo que encontré fueron sólo nvestigaciones sobre suplementos dietarios en general.


Los estudios referidos a Herbalife fueron realizados en universidades, no constituyen estudios científicos propiamente dichos. En cuanto al premio nobel, esto sí es lo más absurdo de todo. Louis Ignarro, ganador del premio en Medicina en 1998, dio su aval a un suplemento para el corazón a cambio de regalías y luego exaltó los beneficios del producto en una revista. La empresa de consultoría de Ignarro recibió cuando menos $1 millón de dólares americanos como su parte en las ventas de Niteworks de Herbalife entre junio del 2003 y septiembre del 2004 (además de recibir un 1% de las ventas del producto permanentemente), según un documento presentado a la Comisión de Valores y Bolsas de Estados Unidos (SEC). Todo esto según Bloomberg.


De hecho, Luis Ignarro se negó a contestar llamadas a sus oficinas. La portavoz de Herbalife dijo que no se harían declaraciones por recomendación de sus abogados. ¿Y por qué? ¿Acaso no es cierto todo lo que dicen…? “El que nada debe nada teme”.
Su artículo, que apreció en el número del 8 de junio de Proceedings of the National Academy of Sciences, describió los efectos positivos en el corazón de ratones a los que se les suministró vitaminas y al farmacólogo Robert Furchgott, de 88 años, que ganó el premio Nobel en 1998 con Ignarro por su investigación propia e independiente sobre óxido nítrico, dijo en una entrevista que “las afirmaciones de Ignarro sobre la eficacia de Herbalife no están bien fundamentadas”. “Yo no he visto ningún estudio debidamente controlado. A mí me parece que un modelo en ratones no es transferible a los humanos”, aseguró el farmacólogo.


Y muchas mas mentiras e irresponsabilidades…
En emails que me mandaron, dicen cosas realmente impresionantes: “¿Qué hacemos cuando nos enfermamos? Vamos a una farmacia y compramos medicinas. El problema es que los medicamentos o fármacos no reemplazan a los nutrientes, y durante el tiempo que duras enfermo puedes tomar todas las medicinas o fármacos del mundo y no te podrás curar. Porque tú no necesitas medicinas, si te quieres curar toma Herbalife”. Esto me lo afirmaron cincuenta tipos que no se conocen entre sí, y supuestamente Herbalife no tiene nada que ver con esos anuncios.


Otra irresponsabilidad verbal es: “Muchas enfermedades que se han considerado incurables, mejoran fácilmente con este programa”. ¿Un suplemento dietario como éste puede curar el cáncer? Recordemos, suplemento dietario. Esa es la palabra, algo que se toma y suple o complementa la comida. En otra parte ellos te dicen: “No escuche críticas ni opiniones negativas, muchos de tus conocidos, familiares y amigos tratarán de desanimarlo con críticas. Los ignorantes y los fracasados siempre saben poco y nada. Si tu médico no está de acuerdo en que tomes el producto Herbalife, no te preocupes. Normalmente los médicos no estudian alimentación ni nutrición, lo mejor que puedes hacer es tomar el producto con el fin de probarlo”.

Según los nutricionistas, un suplemento de pérdida de peso, como por ejemplo Herbalife, que indican que uno puede comer todo lo que desee y perder peso sin esfuerzo, probablemente no es nada cierto. En este momento no se sabe a ciencia cierta cuáles son los requerimientos dietarios de vitaminas y minerales. Se están reevaluando. La siguiente es una lista de las vitaminas que consumidas en exceso pueden ser tóxicas: vitamina A, Niacina, D, Hierro y Acido Fólico.
O sea, que esto no es tan inofensivo. Como conclusión los suplementos no tienen componentes que los alimentos sí tienen, y que son beneficiosos. Los suplementos dietarios no son sustitutos de una buena nutrición. Éstos pueden ayudar en algunos casos. Sin embargo, el mejor consejo siempre es: consuma una variedad de alimentos.


Hace unos días, el New York Times publicó un artículo donde hablaba en contra de los suplementos dietarios y sobre la ausencia de estudios científicos sobre estos: “Por ejemplo, se hacen pruebas con pocas docenas de sujetos y se publican en forma resumida en algún congreso o encuentro de organizaciones científicas o en revistas oscuras, dándole la base para afirmaciones como “clínicamente comprobado”.


Luego está la publicidad, en la cual existen auténticas animaladas como esta: “Coma hasta que adelgace”. Les consulté a los vendedores sobre diferentes problemas de salud como por ejemplo hipertensión arterial, y ellos igual me querían vender el producto a toda costa.


Y otras sospechas se evaporan cuando uno lee la página 48 del manual de Herbalife, donde aconsejan cómo hacer “Seguimiento y solución de problemas”. Entre tantas irresponsabilidades, uno puede leer cosas como la siguiente: “Si un cliente se queja de Náuseas, hay que decirle que se asegure de tomar las tabletas con batidos o comidas, no con el estómago vacío. Las náuseas también pueden ser un signo de desintoxicación”. Respecto al dolor de cabeza, el manual dice que los mismos “pueden ser provocados por un bajo nivel de azúcar en la sangre o por deshidratación”. Estos comentarios, en boca de vendedores que nada saben de nutrición o biología, son obviamente peligrosos.


Concluyendo
Una empresa que capta a sus distribuidores de manera similar a una secta evangelista, que miente en varias de sus afirmaciones, que impulsa a ejercer prácticas de dudosa ética para vender sus productos, que no presta importancia a los posibles efectos colaterales de la sobre ingesta de sus compuestos y que no controla que sus propios distribuidores paguen los impuestos pertinentes, es un peligro latente que no debe pasar desapercibido por los organismos de control correspondientes ni por la sociedad en general. Una empresa así constituye una bomba de tiempo que puede hacer explosión en el momento menos pensado. Y dejando graves secuelas a su paso…
 

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