LA GESTALT COMO PSEUDOTERAPIA : 3 RAZONES DE LA SENTENCIA

 
Últimamente se ha hablado mucho sobre la terapia Gestalt. Sobre todo después de la reciente sentencia que ha declarado esta terapia como una pseudoterapia en España.
Como psicóloga, creo que es importante hablar de esto con claridad. Sin alarmismos, pero sin tampoco suavizar los riesgos reales que hay detrás de las pseudoterapias.
Porque, aunque pueda haber personas que digan que les ha funcionado, la realidad es que hay razones de peso para que la justicia haya dado este paso. No es solo una cuestión de etiquetas.
 
¿Por qué se ha declarado la Gestalt como pseudoterapia?
 
La respuesta es simple: porque no cuenta con suficiente base científica.
En psicología, cuando hablamos de terapia, nos referimos a métodos que han sido rigurosamente estudiados, evaluados y comprobados. Y, en este caso, la Gestalt sencillamente no cumple con esos criterios.
 
Esto no significa que alguien no pueda sentirse mejor después de una sesión. Hablar con un amigo también nos puede ayudar a llevar mejor una situación, pero no lo venderíamos como una terapia. Porque una cosa es buscar un espacio personal de reflexión, y otra muy distinta es acudir a una consulta de psicología.
 
Nos venden la moto y se mezclan las cosas. Y ahí es donde está el problema (y los riesgos).
 
¿Por qué es un problema que alguien sin formación haga “terapia”?
 
Aquí está el punto crítico. El verdadero riesgo no está solo en que la Gestalt no tenga base científica. El mayor peligro es que muchas de las personas que la practican ni siquiera sean psicólogos.
 
Imagina que alguien acude buscando ayuda después de vivir una experiencia traumática. Busca apoyo, comprensión o herramientas para su situación. En lugar de eso, se encuentra en manos de alguien sin formación en psicología, que desconoce los riesgos de ciertas técnicas.
 
Insisto en que no quiero generar alarmas, pero hay que decirlo.
 
En algunos enfoques de la Gestalt se busca que la persona reviva emociones intensas Y si eso se hace sin cuidado, sin el conocimiento necesario, puede ser peligroso. Más de lo que imaginamos porque:
 
Puede provocar que la persona reviva literalmente su trauma o entre en el túnel del trauma.
Puede desencadenar un episodio de ansiedad o pánico.
Incluso podría llevar a un episodio psicótico en alguien especialmente vulnerable.
Esto es una realidad que muchas psicólogas hemos visto en consulta. Personas que llegan después de haber pasado por experiencias que, lejos de ayudarles, les han dejado más rotas. Más confusas. Peor de lo que estaban. No puede ser.
 
Dinámicas de abuso y manipulación emocional
 
Otro riesgo preocupante es que, en muchos de estos espacios, se crean dinámicas de abuso. Puede que suene duro, pero es así.
Cuando alguien se presenta como terapeuta sin serlo, ya está ejerciendo una forma de manipulación. Y si, además, utiliza técnicas sin tener formación, el peligro crece. Porque se pueden dar situaciones en las que la persona se sienta ridiculizada, cuestionada o incluso culpable por lo que siente.
He conocido casos en los que, en lugar de ayudar, se ha desacreditado a la persona en terapia Gestalt. Se le ha dicho que «no se esfuerza lo suficiente» o que «está bloqueada» sin darle herramientas reales para avanzar.
 
Soluciones reales frente al ruido de la Gestalt
 
Cuando vamos al psicólogo, al médico o a cualquier profesional de la salud, vamos porque nos hace falta. A veces, incluso desde la desesperación.
Por eso es tan importante saber a quién confiar. Como profesional, no puedo recomendarte la terapia Gestalt, y mucho menos después de esta sentencia.
 
Porque la psicología es una ciencia. Por eso existe formación rigurosa y protocolos: para proteger a los pacientes. Nuestra labor no es solo acompañarte, sino asegurarnos de que ese acompañamiento sea seguro, que se base en el conocimiento y una formación mínima universitaria de 6 años. Eso, sumado a todas las exigencias legales que tenemos como espacios sanitarios.
 
¿Por qué insisto en esto con la terapia Gestalt?
 
Porque sé lo que es ver a alguien llegar a consulta después de haber vivido una mala experiencia con la terapia Gestalt y otras pseudoterapias. Cómo se queda la persona después de haber confiado en alguien que no debía y salir peor de lo que entró .Y también sé lo importante que es que tengas claro que te mereces algo mejor que eso. Así que si has vivido una experiencia negativa en un espacio de este tipo, no es tu culpa. Buscabas ayuda, confiaste, y eso ya es un acto de valentía. De ahora en adelante, te animo a ponerte en manos de personas que te aporten garantías no solo verbales, sino también legales. Y la terapia Gestalt no puede ofrecerte eso.
 
¿Te gustaría hablar de tu caso?
 
En mi consulta de psicología trabajo desde un enfoque basado en la evidencia.
 
Así que si lo necesitas, puedes escribirme para pedir más información o reservar una primera sesión. Estoy aquí para ayudarte. Así que no te preocupes: no utilizaré técnicas sin base científica, ni con sentencias como las que ha recibido la terapia Gestalt.
 
S.G.F.(Psicóloga Sanitaria)

 

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