VIRTUSS ADICCIONES UNA EXPERIENCIA TRAUMÁTICA

              

Por fin, he dado con lo que llevaba tantos años esperando para poder denunciar a este mal llamado centro de desintoxicación. 

Fui una de sus víctimas. 

Fui ingresada allí después de que mi enfermedad se hubiera apoderado de mi mente y cuerpo por abuso de una sustancia. 

No puse objeción alguna pensando que allí me podrían ayudar a recuperarme. Sólo pude aguantar dos meses y doy gracias a mi familia y a mi marido que me apoyaran durante ese tiempo de ingreso porque no lo habría podido aguantar. 

Ingresé un mes de septiembre y fue una auténtica pesadilla. 

Al principio daban la cara amable y yo me abrí al resto de pacientes y al centro con la esperanza de que me ayudarían y me recuperaría, pero resultó ser un infierno. 

Los “terapeutas” por llamarlos de alguna manera, se eran seres perversos. 

Las terapias consistían en confrontar a los pacientes para que dieran la peor versión, si no conseguían sacarla, te maltrataban, vejaban, humillaban, te acusaban, y te obligaban a mentir para sacar lo peor de cada persona. 

No había ningún tipo de confidencialidad. El equipo psiquiátrico te prometía que todas las conversaciones entre paciente y psiquiatra eran privadas y luego las relataban a la dirección del centro. Dirección que carecía de cualquier tipo de humanidad. 

Mentían a los familiares, les amenazaban de que si dejaba el centro me iba a morir. Mentían sobre mis análisis médicos contándoles que eran muy malos y que mi salud estaba en peligro mientras eran impecables. 

Si congeniabas con algún paciente, te castigaban con separación terapéutica prohibiendo el contacto alguno. 

El coste era altísimo cuando la calidad dejaba mucho que desear. Tanto que yo tenía contratada una habitación particular y terminé por compartir habitación con otra paciente por el mismo importe. Me engañaban diciendo que era una cuestión terapéutica eso de compartir cuando en realidad es que no tenían sitio para que entrara una nueva víctima. 

Mi tratamiento era el siguiente: 

-Desayuno - Paseo por los alrededores en grupo con un terapeuta - Gimnasia con la mayoría de los aparatos en mal estado o rotos y a falta de muchos de ellos - 

Terapia de confrontación - Almuerzo de poca calidad - Proyección de algún documental o película elegida al gusto de los “terapeutas”-  Terapia de confrontación - Tiempo libre, pero sin hacer uso de las instalaciones de lo que llamaban gimnasio o de las propias habitaciones donde sólo se nos permitía dormir y una ducha al día - 

Cena - Y otro rato de descanso mientras nos administraban los medicamentos - Y dormir. Si te dejaban claro porque entraban por las noches a hacer rondas de vigilancia haciendo bastante ruido para interrumpir el sueño y no poder recuperarte. 

PERSUASIÓN COERCITIVA

Las terapias eran insufribles, te maltrataban psicológicamente, te humillaban, te ridiculizaban, obligaban a los pacientes a hablar mal sobre otros. Y mentían. Mentían muchísimo. Yo diría que con bastante saña. No tengo ninguna duda que los “terapeutas” disfrutaban de todas esas situaciones como adictos que son. 

Cuanta más carnaza, más lo gozaban.

Llegaron a cambiarme de nombre, querían lavarme el cerebro y convertirme en una especie de zombie que les bailara el agua, les hiciera la rosca y dijera amén a todo. Hasta obligaron a mi familia a llamarme por otro nombre. Me hicieron sufrir mucho y lo peor a mi familia. 

Durante las visitas de los familiares, les prohibían contar alguna noticia del exterior. Estaba claro que la intención no era sanar si no que enfermáramos más para poder tener a su “rebaño”, los pacientes aterrorizados. 

Durante las terapias con familiares obligaban a estas a contar en público las cosas mas terribles que habían vivido con el paciente/enfermo. Así sufríamos todos. 

Tras las visitas de mi familia y marido, y viendo como era realmente aquello y que yo no me inventaba nada porque tampoco intentaban disimular, no eran tan listos, decidí abandonar el tratamiento. 

Todo terminó cuando me dijeron que me iban a poner separación terapéutica con mi familia y marido. Es decir, contacto cero. Como no había aportado nada escabroso porque no lo había, decidieron que me tendría que quedar mucho tiempo mas. 

Recogí todas mis pertenencias delante de una enfermera mientras supervisaba lo que hacía y me las llevé en bolsas de basura. 

No me dejaron despedirme de los enfermos, supongo que para evitar más huidas y me dijeron que me dejaban la puerta abierta. Puerta abierta al sufrimiento, locura, fracaso, y pérdida de identidad. 

Tuve la oportunidad de llevarme la analítica y poder demostrar sus mentiras. Como ya he dicho antes, no eran muy listos. 

Desconozco por completo como es la vida en una cárcel, pero por desgracia para mi ser, esa fue mi cárcel. 

Hoy en día, sigo mi proceso en un centro de rehabilitación al que asisto 2 veces por semana durante hora y media. Los ángeles de los expertos son los que me han salvado la vida. Necesité ayuda psicológica para superar el sufrimiento causado, recuperé mi trabajo y mi vida. 

Ruego por todas las víctimas y sus familiares que tengan en cuenta otra experiencia mas para poder realizar alguna investigación al respecto. 

 Fdo: Víctima de Virtuss
 
DESDE REDUNE SEGUIREMOS EDITANDO TESTIMONIOS

 

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